Cuando
tenía 13-14 años, estaba en segundo de la ESO, sufrí acoso escolar o, como lo
llaman ahora, bullying. Bueno, empezaré desde el principio. Cuando comenzó el
curso estaba ilusionada por empezar el nuevo año escolar y ver qué asignaturas
tenía, conocía a varias personas con las que fui a clase, ya que fueron al
colegio al que fui, empezó bastante bien y me hice ''amiga'', entrecomillado
porque en realidad nunca fueron mis amigas, de tres chicas de la clase.
Avanzando las semanas empezaron los problemas y algunas chicas de clase
comenzaron a inventarse cosas mías que no eran verdad, como, por ejemplo, que
tenía piojos. No sé por qué lo hicieron, quizás sea por envidia o porque al
final no les caí bien del todo. Un día una de las chicas quería hablar conmigo
a la salida, tuve miedo porque veía o creía que me iba a agredir físicamente, y
entonces se lo conté a mi tutor, la chica se enfadó mucho y a la salida me agredió.
En esa época no lo estaba pasando muy bien, mi padre sufrió un ataque al
corazón y mi madre estaba con otra pareja y no me hacía mucho caso, y luego
sufrí esa hostilidad por parte de la mayoría de mis compañeras de clase, no lo
pude soportar y cada vez faltaba más a clase. No quería ir por las miradas de
muchas personas y por no ver a mis compañeras de clase, así que encontré un
refugio donde pude sentirme algo mejor, pero no fue la mejor solución. Empecé a
hablar más con otras personas a través de Internet sintiéndome y comprendida,
obviamente mi rendimiento académico bajó muchísimo hasta llegar a suspender la
mayoría de asignaturas de ese curso. No tenía ganas de estudiar, ni de ir a
clase, ni de ir a mi casa, incluso dejé de lado a algunas amistades, que
tampoco sentí apoyo por su parte, seguramente debido al problema del idioma, ya
que ellas son extranjeras.
A lo
largo del curso, mis compañeras se inventaron otros bulos, como que le robé el
novio a una chica, cuando ni había apenas hablado con ese chico en mi vida, o,
mi favorita, una de ellas metió el móvil de otra, eran cómplices, en mi mochila
para acusarme de robo y así me echaran la bronca o ponerme un parte
disciplinario, obviamente ningún profesor las creyó aunque se descubriera que
el objeto estuviera en mi mochila.Y lo
último, y fue la guinda del gran pastel que fue mi año, es que la profesora de
matemáticas, delante de toda la clase, me preguntó por qué había
suspendido, muy divertido para mí,
seguramente sabiendo que el trato de mis compañeras hacía mi era nefasto.
Espero
que a todos los que sufran acoso escolar les pueda servir mi historia, no fue
la mejor solución la que tomé y perdí un año académico debido a ello, pero pude
sobrevivir al menos. El siguiente curso me fue muchísimo mejor, tuve mejores
compañeros y mis notas fueron muy buenas. No os rindáis y buscar algo que os
haga sentiros mejor para soportar ese duro trago que es sufrir bullying, pero
tampoco os refugiéis en cosas que sean malas para vosotros, ya que no es la
solución y os puede perjudicar bastante. Actualmente soy una chica 23 años que
está en la universidad estudiando Derecho, se puede salir de ese agujero donde
te metes debido al acoso y los problemas que pueden ocurrir en tu casa y
superar ese trozo amargo de tu vida, que es eso, un cachito de tu vida porque
la vida es más larga y encontraréis cosas maravillosas, pero también gente
mala, no es todo maravilloso, pero con todo lo que me ha pasado, he aprendido a
tomarme la vida con más filosofía. Mucha suerte a todos y gracias por leer mi
historia.
Autor/a del relato: Jill
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